Saturday, April 07, 2007

Isabel


"Si la locura es eso, bendita sea la locura. Benditos los ojos que me miran aunque no me vean. Bendita su mano en mi cintura aunque no sea mas que un sueño. Escuche, abuela... (Se arrodilla a su lado.) El otro dia me preguntaba ustéd por qué no quería hablar otro idioma que el de Mauricio. ¿Comprende ahora por qué? Un idioma no son las palabras, son las cosas, es la vida misma. Cuando yo era niña, mi madre me decía "querida"; era una palabra. Cuando iba a la escuela, la maestra me decía "querida"; era otra palabra. Pero la primera vez que Mauricio , sin vos casi, me dijo "¡Querida!, aquello ya no era una palabra: era una cosa viva que se abrazaba a las entrañas y hacía temblar las rodillas. Era como si fuera el primer dia del mundo y nunca nadie se hubiera querido antes que nosotros. Por la noche no podía dormir. "¡Querida, querida, querida...!" Allí estaba la palabra viva rebotándome en los oídos, en la almhoada, en la sangre. ¡Qué importa ahora que Mauricio no me mire si él me llena los ojos! ¿Qué me importa que el ramo de rosas siga diciendo "mañana" si él me dio fuerzas para superarlo todo! Si no hace falta que nos quieran..., ¡si basta querer para ser feliz, abuela, feliz, feliz...!"

Thursday, March 29, 2007

Ni Naríz


Erase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una alquitara medio viva,
érase un peje espada mal barbado;

era un reloj de sol mal encarado,
érase un elefante boca arriba,
érase una nariz sayón y escriba,
un Ovidio Nasón mal narigado.

Erase el espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce tribus de narices era;
érase un naricísimo infinitofrisón archinariz,
caratulera,sabañón garrafal, morado y frito.

Tuesday, February 20, 2007

Hey, hombre de la pandereta.

Sabía que era cuestión de gustos. Toda la vida se había hecho saber que no hay feo y no hay bello. No hay hermoso o sublime, solo hay me gusta o no me gusta. O me parece un asco, o lo que sea. Lo sabía. Era un principio (aunque raro de encontrar) que se alegraba de tener incorporado y que hacía que una vez cada tanto le faltara un poco de humildad, aunque nunca lo hiciera sentir. Y sin embargo estaba ahí, sentada en el escritorio de su cuarto, con un bolígrafo en la mano y siete libros sin leer en la conciencia. Sin perdonarse por lo alto que volaba su cabeza, escuchaba esa voz enorme, áspera y fresca como la de pocos, resonar en los parlantes de su antiquísimo equipo de música. Y no podía más que pensar en que debía de haber estado equivocada toda su vida. Era IMPOSIBLE que alguien pudiera no disfrutar de aquello. ¿Cómo, por el amor de Dios, podía un ser humano con uso de razón no disfrutar del temblor de las cuerdas de esa guitarra, del grito estridente de la voz, del lamento incesante de la armónica, de la poesía al volverse canción?¿Cómo era posible que alguien prefiriera tararear una jingle sobre sombrillas a aquella obra de arte que ella no podía, no quería sacarse de la cabeza? Música de granja, le habían dicho. Bah, no saben nada. No. Bueno, si no les gusta no les gusta. ¡¡¿¿CÓMO NO LES GUSTA??!! Pensó que probablemente no fuera capáz de encontrar a más de dos personas cercanas que conocieran los acordes que encerraban esos 5 minutos con 28 segundos. Se sonrió. No había nadie para notarlo, pero nuevamente le faltó un poco de humildad .

Tuesday, October 03, 2006

-¿Y si nos caemos para arriba?-


Pensalo asi: ¿qué garantía tenés de que un día, el mundo no vaya a volverse loco y de repente te caigas para arriba?
Me asusta. Me asusta mucho. De hecho cada vez que lo pienso me recorre un escalofrío, como un chucho, ¿viste?.
Pero bueno, loco, uno no puede vivir paranoico con lo que puede llegar a pasar. Hay que calzarse las botas y resignarse a que si, puede ser que un día se caiga alrrevéz. Pero es lo que hay. La vida es asi, no debería haber drama. Si te caes, capáz que hay una media sombra que te ataje, y ahí te quedarás. Si no te ataja nada, andá a saber.

Sunday, September 10, 2006

-Only Sleeping-

Se despierta sobresaltada y lanza un pesado manotazo sobre el reloj despertador. Con la poca lucidez con la que se puede decir que cuenta a estas horas de la mañana, piensa que debe cambiarlo, recordándose como odia la estridente campanilla que la hace casi saltar de la cama. Bueno, si, si. A la tarde verá. Se estira todo lo que le permite la sábana, que está como siempre fuertemente apretada abajo del colchón. Y nada. Abre un ojo para ver la hora. 7:05. Lo cierra. Todavía le queda un ratito. Gira sobre su lado izquierdo y queda ahora de frente a la pared, pero permanece con los ojos cerrados…quiere volver a dormir. Aunque sea por unos minutos mas, pero la conciencia se empeña en mantenerla despierta. Se incorpora y prende el equipo de música, a ver si eso ayuda a despabilarla. No. Y se vuelve a acostar, esta vez boca abajo, con algo de culpa. Le pica la mejilla. Intenta que su cerebro informe al brazo derecho, que es el único que no está bajo la almohada, que necesita rascarse. Pero esa parte de su cuerpo no parece querer responder. Vamos! Por Dios, como le pica! Y si, después de unos segundos de forcejeo mental las uñas perfectamente cortas alcanzan la mejilla derecha y la desesperante sensación desaparece. Se toca la cabeza.Como lo sospechó. El pelo enrulado ha formado una esplendorosa maraña a un lado de la cara, fenómeno del que le llevará al menos diez minutos deshacerse, y luego del cual deberá recogerse los bucles en un rodete lo más apretado posible, para lograr aguantar sin mojárselos hasta la noche.Difícil. Uy, uy, uy, que difícil! En las películas de Hollywood nunca pasa. Ni siquiera despertador necesitan los yanquis, que abren los ojos sin lagañas exactamente a la hora a la que necesitan despertarse, se sientan en la cama y se levantan sin el más mínimo proceso mental.Y ella, sin embargo, sigue pensando en lo que le gustaría que pasara, en lo que sabe que tiene que hacer YA. Pero “ya” ya pasó. Y no lo hizo. Y sigue sin hacerlo y sabe que está mal, pero no hay forma posible de evitarlo. Bueno, si hay. Pero involucra a una mujer de uniforme oscuro con un delantal alcanzándole una taza del café con leche más perfecto que exista hasta la cama. Y es realista, no es algo demasiado factible. Lanza un suspiro semi-sonoro de resignación y piensa. Ya casi podría decirse que es tarde. Y no se levantó. No se lavó la cara, o los dientes. No se peinó ni se maquillo y todavía no alcanzó esa gloriosa taza de café con leche que nadie parece tener ganas de facilitarle. Ok, ok. Va.

Monday, August 21, 2006



Y todos dibujan y nos deleitan...

Y yo sin escaner...

Monday, July 10, 2006

Les honneurs ca, m'emmerd